LAS CAPITULACIONES DE SANTA FE, GRANADA Y TOLEDO
Diversas capitulaciones se hicieron durante la conquista de América. Para entenderlas, hay que saber cuales eran, que eran y cuál era su utilidad. Funcionaron más que nada, en las primeras expediciones a “Las Indias”, que luego devinieron en el descubrimiento de un nuevo mundo.
Las capitulaciones son contratos de carácter público por los cuales la Corona de Castilla le encomienda a un caudillo la realización de un determinado servicio público, sea descubrir (en forma naval o terrestre), poblar o rescatar.
La Corona puede exigir mediante acciones legales al caudillo capitulante que cumpla con lo que se ha comprometido, la obligación que la corona asume tiene la naturaleza jurídica de obligaciones naturales (no dan acción para exigir su cumplimiento), entonces no hay acción del capitulante respecto de la corona, pero si la Corona cumple, en realidad está cumpliendo la obligación que ella asumió.
En ellas se estipulaba lo que se quería cumplir y finalmente lo que se cumplió.
Entre estos el viaje de Colón a las Indias o a América era una capitulación en donde el mismo Colón y su grupo de viajeros se comprometían a traer muestras o pruebas de sus viajes para así proseguir en los siguientes viajes. Gracias a estas capitulaciones fue que diferentes estados se dieron cuenta de algunas de las tierras que les hacían falta y les pertenecían, como también algunas que tuvieron que entregar.
A continuación describiremos algunas de las más importantes
Las Capitulaciones para la entrega de Granada, a veces conocidas como el Tratado de Granada, fueron los acuerdos firmados y ratificados el 25 de noviembre de 1491 que pusieron fin a la Guerra de Granada librada entre los reyes católicos Isabel I de Castilla y Fernando II de Aragón y el sultán musulmán de Granada Abú 'Abd Allah Muhammad Boabdil el Chico, por los que renunció a la soberanía nazarí del Reino de Granada a favor de los monarcas cristianos, quienes garantizaron una serie de derechos a los musulmanes, incluida la tolerancia religiosa y su justo tratamiento en compensación por una rendición incondicional y capitulación.
Las Capitulaciones de Santa Fe son un documento suscrito por los Reyes Católicos el 17 de abrilde 1492 en la localidad de Santa Fe, a las afueras de Granada, que recoge los acuerdos alcanzados con Cristóbal Colón relativos a la expedición que se planeaba de este por el mar hacia occidente.
En el documento se le otorgan a Cristóbal Colón los títulos de almirante, virrey y gobernador general de todos los territorios que descubriera o ganase durante su vida, así como la décima parte de todos los beneficios obtenidos. También se le concedió un diezmo de todas las mercaderías que hallase, ganase y hubiese en los lugares conquistados. El texto fue redactado por el secretario Juan de Coloma y el original, hoy perdido, fue firmado por los dos monarcas. Las Capitulaciones de Santa Fe significaron un reparto anticipado entre Colón y los Reyes Católicos de los beneficios que reportaría la conquista de lo que después se llamaría América. Con esos beneficios, Colón logró un rápido ascenso social, al pasar a formar parte de la nobleza cortesana.
Existe controversia sobre varios aspectos de las Capitulaciones. Durante los pleitos colombinos se discutió su naturaleza jurídica: mientras que los herederos de Colón afirmaron que representaba un contrato vinculante, la Corona defendió que se había tratado de una mera merced revocable; la cuestión sigue siendo debatida hoy día. Por otra parte, el encabezamiento del documento afirma que Colón «ha descubierto» ciertas tierras, lo cual ha dado argumentos a los partidarios de un pre-descubrimiento de América anterior a 1492.
Otros aspectos del texto que han suscitado interpretaciones encontradas son el tratamiento de «Don» otorgado a Colón y la concesión de los títulos de manera inmediata, que contrastan con una merced posterior, la Real Provisión del 30 de abril de 1492, que condiciona los títulos al hallazgo efectivo de nuevas tierras y no utiliza el Don al mencionar a Colón. Esto ha dado pie a la teoría de que el documento pudo ser modificado en 1493 tras el retorno de Colón de su primer viaje a las Indias.
La Capitulación de Toledo de 1529 es un decreto real emitido el 26 de julio de 1529 en Toledo por la Corona de Castilla, por medio del cual se otorgaba un adelantamiento al conquistador extremeño Francisco Pizarro, en el marco de la conquista y colonización española de América. Firmaron este documento la reina consorte Isabel de Portugal (con poderes delegados por mandato de su esposo, el rey Carlos I de España, que se hallaba ausente en Cortes), el conde de Osorno, García Fernández Manrique (presidente del Consejo de Indias) y el doctor Diego Beltrán.
Por esta Capitulación, Pizarro recibió la autorización para la conquista y población de la provincia del Perú o Nueva Castilla, desde el pueblo de Tempulla o Santiago (costa del actual Ecuador) hasta el pueblo de Chincha (costa del actual Perú); entre ambos puntos mediaba una distancia de 200 leguas. Gran parte de esta área, que se extendía por la costa del entonces llamado mar del Sur, había sido ya descubierta y explorada por Pizarro y su socio, el capitán Diego de Almagro, en los cinco años anteriores a la firma de la capitulación.
Este acuerdo significó el triunfo personal de Pizarro en desmedro de sus socios (Almagro y Luque), debido a las enormes ventajas y beneficios que sacó de él. De este modo quedó legalizada y legitimada por la misma Corona española la conquista del Perú o del Tahuantinsuyo.
El interés de la corona española, no solamente se centraba en conquistar nuevos territorios, sino también en mantener el poder de español sobre ellos.
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