sábado, 12 de agosto de 2017

La Conquista del Perú

EL FINAL DEL INCA

Luego de la conquista de los Aztecas, Cortés envió oro a la Corte española. Esta gran cantidad del mineral aurífero, impulsó a otros conquistadores a dirigir sus pasos a la rica América, entre ellos Pizarro y Almagro, los conquistadores del Perú.

En 1523 dos conquistadores partieron desde Panamá hace el sur de América, ellos eran Francisco Pizarro y Diego de Almagro. Llegaron hasta lo que hoy es el norte de Perú, donde escucharon noticias de un gran y muy rico imperio, el Inca. Apenas se enteraron volvieron a España y firmaron una capitulación. En 1531 empezó la conquista del Inca.

Cuando Pizarro y sus tropas ingresaron el territorio incaico, se enteraron del conflicto político que existía. Los dos herederos  al trono, Atahualpa y su hermano Huáscar estaban en plena guerra civil. Al poco tiempo de la llegada de los conquistadores, Atahualpa se proclamó emperador e hizo ejecutar a su hermano.

El nuevo soberano envió un mensajero a Pizarro para conocer sus intenciones. Pizarro convenció a Atahualpa para reunirse en la ciudad sagrada de Cajamarca, donde fue emboscado por tropas españolas en una plaza cerrada, siendo tomado como prisionero. Atahualpa ofreció numerosas riquezas a cambio de su  libertad. A pesar de que los incas pagaron el rescate, Pizarro mató al emperador por medio a sublevación en el 1533.

La población quedó paralizada y esto facilitó la entrada a Cuzco y su toma posterior por los españoles. Luego de un tiempo Pizarro fundó una nueva capital, Lima, próxima a la costa del Pacífico.

Desde el Perú su compañero, Diego de Almagro, emprendió la conquista de parte de lo que hoy es Chile.

Aunque los españoles ya habían conquistado el imperio Inca, existía una resistencia indígena. El emperador Manco Capac II y su sucesor Tito Cusi la encabezaban. La guerra se prolongó hasta 1572 cuando mataron al último emperador Tupac Amarú I.

Al mismo tiempo que existía esta rebelión, se peleaba una guerra interna entre los dos conquistadores por el poder de la nueva colonia. Esta pelea fue continuada por los herederos de los mismos. Concluyó cuando de impuso la autoridad de la corona en 1554.

A partir de entonces el Virreinato del Perú, con su capital en Lima, fue el centro del poder español en América del Sur.

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